A veces puede ser confuso, aturdidor, emocionante o simplemente, ser la confirmación que necesitabas para comprender por qué siempre te has sentido fuera de lugar, como si no pertenecieras aquí, ¿verdad?
Bueno, que sepas que somos ya muchos los que lo hemos descubierto: es el llamado del Alma para cumplir tu misión - hacer de éste un mundo mejor a través de nuestros dones y talentos.
Cuando veas este vídeo lo comprenderás y posiblemente te emocionará tanto como a mí. Se trata de un relato de Charles Eisenstein incluido en su libro: «The more beautiful world our hearts know is possible».
Un encuentro de la tribu
Érase una vez una gran tribu de gente viviendo en un mundo muy lejano. Lejano ya fuese en tiempo o espacio, o incluso fuera del tiempo. No sabemos…
Vivían en un estado de encantamiento y felicidad que pocos de nosotros imaginaríamos posible excepto en esas excepcionales experiencias cumbre en las que atisbamos el verdadero potencial de la vida y la mente.
Un día, los ancianos de la tribu convocaron una reunión. Se reunieron en círculo y una de ellos habló muy solemnemente:
«Amigos»- dijo. «Hay un mundo que necesita nuestra ayuda. Su nombre es Tierra y su destino está en juego. Sus humanos han alcanzado un punto crítico en su alumbramiento colectivo. El mismo punto en el que nuestro planeta estaba hace un millón de años. Y no lo lograrán sin nuestra ayuda.
¿Quiénes se ofrecerían voluntarios para una misión a este tiempo y espacio para hacer un servicio a la humanidad?»
«Cuéntanos más sobre la misión» – preguntaron.
«No es poca cosa. Nuestro chamán los pondrá en un trance muy muy profundo. Tan completo que olvidaran quienes son. Vivirán una vida humana y al principio olvidaréis vuestros orígenes completamente. Olvidaran incluso nuestra lengua y nuestro verdadero nombre.
Estarán separados de la maravilla y la belleza de nuestro mundo y del amor que nos baña a todos. Lo extrañaréis profundamente. Y serán incapaces de nombrar lo que echan de menos.
Recordaran el amor y la belleza que conocemos como normal sólo como un anhelo en nuestro corazón.
Nuestra memoria tomará la forma de un conocimiento intuitivo, a medida que nos sumergimos en la sufriente Tierra, de que un mundo más bello es posible.
A medida que crezcáis en ese mundo, vuestro conocimiento estará bajo asalto constante. Se les dirá de un millón de maneras que un mundo de destrucción, violencia, penurias, ansiedad y degradación es normal.
Llegará un momento en el que quizá se encontraran totalmente solos, sin aliados que reafirmen nuestro conocimiento de un mundo más bello.
Y puede que ahonden en una desesperación tan profunda que nosotros, en nuestro mundo de luz, no podemos imaginar.
Pero sin importar lo que pase, una chispa de conocimiento nunca os dejará. Una memoria de vuestro verdadero origen estará codificada en vuestro ADN.
Esa chispa permanecerá dentro de nosotros, inextinguible hasta que algún día sea despertada.
Pero mirad, incluso si si sentís totalmente solos durante un tiempo. Nunca lo estarán. Les enviaremos asistencia.
Ayuda que experimentaran como milagrosa. Experiencias que describirán como trascendentales. Y éstas avivarán esa chispa en una llama. Por unos momentos, horas o días, despertaréis a la belleza y a la felicidad que les es propia. Y las verán en la Tierra.
Pues aunque el planeta y sus gentes estén profundamente heridos, hay belleza allí todavía, proyectada desde el pasado y el futuro hasta el presente, como una promesa de lo que es posible y recordatorio de lo que es real.
Después de ese destello, la llama decaerá en un ascua de nuevo a medida que las rutinas de la vida cotidiana os absorban.
Pero después de cada despertar, parecerá menos normal. Y la historia de ese mundo parecerá cada vez menos real.
El ascua se volverá más brillante.
Cuando suficientes ascuas hagan eso, se encenderán juntas en llamas y se sostendrán las unas a las otras. Porque, recordad, no estarán allí solos.
A medida que comiencen a despertar a nuestra misión encontraran a otros de Nuestra tribu. Los reconocerás por sus propósitos, valores e intuiciones comunes y por las similitudes del camino que habéis recorrido.
A medida que las condiciones del planeta Tierra se tornen críticas, vuestros caminos se cruzaran más y más. El tiempo de soledad, de pensar si acaso estéis locos, llegará a su fin.
Encontraran s a gente de nuestra tribu por toda la Tierra y las reconocerán mediante las tecnologías de comunicación a distancia vigentes en el planeta. Pero el verdadero cambio, el verdadero acelerador, sucederá en encuentros cara a cara. Encuentros en lugares especiales.
Cuando muchos de nosotros juntos, alcanzaremos una nueva etapa de nuestro viaje. Un viaje que, Les aseguro, acabará donde comienza ahora mismo.
Entonces, la misión que yacía inconsciente dentro de nosotros, aflorará a la consciencia.
Nuestra rebelión intuitiva ante el mundo que os presentaron como normal se tornará en búsqueda explícita para crear uno más bello.
Una mujer dijo: «Cuéntame más sobre el periodo de soledad para así estar preparada»
La anciana dijo: «En el tiempo de soledad, siempre estarás buscando asegurarte de que no estás loca. Lo harás hablando a la gente sobre todo lo que te parece que está mal en el mundo. Y te sentirás traicionada cuando no te escuchen.
Puede que te sientas hambrienta de historias de errores, atrocidades y destrucción ecológica. Todas ellas confirmando la validez de tu intuición de que un mundo más bello existe.
Pero después de que recibas del todo la ayuda que te enviaremos y de la rapidez de nuestros encuentros, no necesitarás hacer eso más, porque ya SABRÁS.
Emplearás entonces tu energía en crear activamente ese mundo más bello.»
Una mujer de la tribu preguntó: ¿Cómo sabes que esto funcionará?
¿Estás segura de que los poderes de nuestros chamanes son suficientemente grandes para enviarnos a un viaje tal?»
La anciana replicó: «Sé que funcionará, porque lo ha hecho muchas veces antes. Muchos han sido ya enviados a la Tierra para vivir vidas humanas y dejar trabajo de campo hecho para la misión que os toca ahora.
Él ha estado practicando, la única diferencia es que ahora irán muchos a la vez.
La novedad de la época en la que vivirán es que se reunirán en masa crítica y os despertaran unos a otros a nuestra misión.
El calor que genera avivará la misma llama que yace en cada ser humano. Porque en verdad, cada uno pertenece a una tribu como la nuestra.
Toda la galaxia y más allá de ella, está convergiendo en la Tierra pues nunca antes un planeta ha viajado tan lejos en la separación y ha logrado regresar de nuevo. Aquellos de vosotros que vayáis seréis parte de un nuevo paso en la evolución humana.»
Un hombre de la tribu preguntó: «¿Hay peligro de que nos perdamos en ese mundo y nunca despertemos del trance chamánico? ¿Hay peligro de que la desesperación, el cinismo, el dolor de la separación sean tan grandes que extingan la chispa de la esperanza, la chispa de nuestros verdaderos seres originales y que seamos separados de nuestros seres amados para siempre?»
La anciana respondió: «Eso es imposible, cuanto más profundamente se pierrdan más poderosa será la ayuda que les enviaremos.
Puede que la experimentéis alguna vez como un colapso de nuestro mundo personal, la perdida de todo lo importante para nosotros, pero luego reconoceran el regalo que portaba.
Nunca los abandonaremos.»
Otro hombre pregunto: «¿Es posible que nuestra misión fracase y que este planeta Tierra perezca?»
La anciana dijo: «Responderé a tu pregunta con una paradoja. Es imposible que nuestra misión fracase. Sin embargo, su éxito depende de nuestras propias acciones. El destino del mundo está en nuestras manos.
La llave de esta paradoja está dentro de nosotros, en el sentimiento que portaran de que, cada una de nuestras acciones, incluso nuestras secretas luchas personales, tiene importancia cósmica.
Sabrán entonces, cómo saben ahora, que todo lo que hagan importa.»
No hubo más preguntas. Los voluntarios se reunieron en un círculo y el chamán se acercó a cada uno.
Lo último de que fueron conscientes fue del chamán soplándoles humo en sus rostros.
Entraron en un profundo trance, y se soñaron a sí mismos en el mundo en el que nos encontramos hoy.
Somos piezas claves del puzle
En este camino, cada uno de nosotros es una pieza clave del puzle. Y para ocupar el lugar que nuestras Almas ya eligieron, debemos conectarnos con nuestro Ikigai. Para facilitarte ese camino, en mi página tengo algunos recursos que te ayudarán a conectar con esa Misión o Propósito que traes, de manera que tu vida sea lo más coherente y alineada con tu Ser posible.
Puedes comenzar por realizar el TEST STARSEEDS para descubrir si eres una y cuál es tu misión.
Encamínate con mi Programa El Viaje hacia Tu Ikigai
Si quieres tener una guía más completa, puedo acompañarte en tu Viaje Personal, a través de este del programa que he preparado. Consta de 9 módulos, que te ayudarán a:
Conocerte con mayor profundidad a través de tus Registros Akáshicos y Estelares
y otras técnicas
Sanar y trascender tu historia personal y familiar
Liberarte de tus condicionamientos y limitaciones
Descubrir tu verdadera esencia y dejarla salir
En resumen, un camino de autodescubrimiento y sanación que te llevará a descubrir tu Ikigai o Propósito Vital.
Comparte tu reflexión
Te invito a que después de ver el vídeo del encuentro de la tribu, compartas tus sensaciones en comentarios. Me encantará saber cuáles han sido las reflexiones que este relato te ha despertado.
¡Infinitas gracias!
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